Descripción
COMO ROBAN LOS RICOS A LOS POBRES. ©Asdrúbal López Orozco.
¡Conciencia de la humanidad!
¡Los ricos roban a los pobres desde antes de nacer y aún después de fallecer! Les roban su niñez y los atormentan en su vejez. Les roban su salud y los desechan cuando enferman. Los roban con empleos mal remunerados y los humillan con despidos injustificados. Los roban durante su vida productiva y les niegan su pensión de jubilación. Les roban su felicidad y les multiplican su infortunio. Los roban en el día y los roban en la noche.
Con innumerables conductas delictuosas activas y pasivas, los archimillonarios, los gobernantes, el clero, el Estado, las mafias y las multinacionales lanzan a millones de pobres en todo el mundo al rebusque de dinero en las calles de la indigencia, al manicomio errante, a los hospitales de misericordia, a prisiones de ¡muertos vivos!, y a cementerios de ¡vivos muertos!
El Estado, los gobernantes, el clero, los archimillonarios, las transnacionales y las mafias, roban a los pobres y les aseguran mala vida, hambre, enfermedad, peste, esclavitud, guerra, represión, genocidios, calamidades, injusticias, desigualdades, discriminación, encarcelamientos y sufrimientos.
El Estado, los gobernantes, el clero, los burgueses, las corporaciones y el crimen organizado al robar a los pobres, les garantizan hipotecar la soberanía popular, vender la independencia nacional, desmembrar el territorio nacional y someterse a la plutocracia internacional.
El Estado, los estadistas, las dictaduras, la curia romana, los billonarios y las mafias, al robar a los pobres les prueban que pueden vulnerar su vida y acelerar su muerte, que por voluntad de los poderosos se exponen a soportar desaparición forzada, penas crueles, tratos infames, torturas, desapariciones, desplazamiento forzado y ejecuciones.
EL Estado, los gobernantes, el Vaticano, las mafias y los archimillonarios al robar a los pobres, les demuestran menosprecio, insultan su dignidad; humillan su conciencia, les expresan apatía, les muestran insolidaridad, les comunican desamor y dejan claro que “predomina el interés privado particular sobre el interés público general”
El Estado, los gobernantes, la clerecía, las mafias, las multinacionales y los oligarcas al robar a los pobres, les recuerdan que “nacen desiguales ante la ley”, que del sistema: político, económico, social, educativo, de salud, policial y judicial recibirán protección ínfima, que gozarán de mínimos derechos, que sus libertades son restringidas, sus oportunidades son reducidas y que la igualdad ante la ley no es real ni efectiva.
El Estado, los gobernantes, la Iglesia católica romana, las mafias, las comunidades de inteligencia y contrainteligencia y los autócratas; al robar a los pobres, les prueban vulnerar su intimidad personal y familiar, ilícitamente allanar su domicilio, antijurídicamente usar la información privada en su contra, interceptar sus comunicaciones y clandestinamente espiar sus actos en las redes sociales en Internet.
El Estado, los gobernantes, el clero, las mafias y los ricos al robar a los pobres, les garantizan que no tendrán libertad de conciencia, que les coartará su libertad de expresión, que les filtrará recibir información, que les “lavará el cerebro” con desinformación, que los despistará mediante “cortinas de humo” y que los castigarà, vapuleará, sancionará e inhabilitará con censura y represión.
El Estado, los gobernantes, la Curia Romana, las corporaciones y los capitalistas al robar a los pobres, les certifican que sus peticiones no tendrán pronta solución ni resolución, que su trabajo es inseguro, inestable e incierto; que subsistirán del subempleo y de la “economía informal”, que su infeliz existencia y situación de miseria, los estimulará a delinquir para malvivir.
El Estado, los gobernantes, las dictaduras, la Iglesia Apostólica, las multinacionales, el crimen organizado y los ricos, al robar a los pobres, les demuestran reprimir las revoluciones, aplastar las insurrecciones, reducir al silencio las protestas populares, torturar a los insurgentes, desaparecer a los sublevados, encarcelar a los anarquistas, asesinar a los sindicalistas y exterminar a los defensores de derechos humanos.
El Estado, los gobernantes, la clerecía, las multinacionales, las mafias y los billonarios al robar a los pobres les garantizan que siempre serán discriminados, que serán víctimas del “terrorismo estatal” y del “terrorismo nacional e internacional” para beneficiar la concentración de riqueza en la oligarquía nacional y el capitalismo trasnacional.
El Estado, los gobernantes, el crimen organizado, el Vaticano y los ricos al robar a los pobres, les garantizan que no accederán a la propiedad de la tierra, que los recursos naturales y los yacimientos mineros son para las multinacionales, que los latifundios ganaderos y de agroindustria, son para los “señores de la guerra” y que los minifundios infértiles son para los campesinos, indios, etnias marginadas, desplazados y refugiados.
El Estado, los gobernantes, la Santa Sede, las mafias, las multinacionales y los magnates, al robar a los pobres, les garantizan que: la educación de calidad no es un derecho social, sino un servicio comercial restringido a las elites privilegiadas, que concentran el capital y el poder en todas sus ramificaciones y expresiones.
El Estado, los gobernantes, la Curia Romana, el crimen organizado, las transnacionales, las sociedades secretas iniciáticas y los clubes de billonarios, clandestinamente conciertan delinquir, despojar al pueblo pobre, de su vida, libertad, derechos humanos, sueños de bienestar, holgura, prosperidad y de la “esperanza en un mundo mejor”.
Se evidencia que ¡El Estado policial y militar , los gobernantes, la Curia Romana, las multinacionales y los billonarios no cumplen una función social!, ¡El Estado policial y militar , los gobernantes, la Curia Romana, las multinacionales y los billonarios cumplen una función delincuencial!, al violar los derechos humanos del pueblo pobre; al someter a los desheredados a hambrunas, hacinamiento, marginamiento, exclusión, persecución, encarcelamiento ilegal, desaparición forzada, torturas, genocidios, desplazamiento obligado, “crímenes de guerra”, “crímenes de lesa humanidad”, “sicariato económico”, “sicariato intelectual” , “sicariato moral”, “sicariato espiritual”, “sicariato afectivo”, “sicariato psicológico” y al someter a los pobres a ¡mal vivir en condiciones miserables, degradantes, vergonzosas e indignas!
El Estado, los gobernantes, la clerecía, las multinacionales, las mafias y los billonarios para robar a los pobres manipulan la Constitución Política, los Tratados Internacionales, las leyes, los códigos, la doctrina, la jurisprudencia nacional y la legislación universal. ¡La Constitución Política es el fetiche sexual con el cual se masturban los jueces, fiscales, magistrados, los abogados, los árbitros y lacayos del estatus quo! El sistema jurídico está al servicio de los ricos y en contra de los pobres. Cualquier forma de gobierno, siempre está y estará al servicio de las mafias, del crimen organizado. Los mayores mafiosos del planeta usan Banda presidencial, insignias reales, corona, cetro, toga, casulla, vestimenta sacrosanta, uniforme militar, vestimenta policial.
¡El Estado, los gobernantes, los billonarios , la Curia Romana y el crimen organizado, roban a los pobres aún en situaciones de calamidad!, es tanta la indolencia, mezquindad y ruindad de los ricos, que ¡Ven a pobres ahogándose y les quitan el salvavidas!; ¡Los ven en medio de las llamas y ocultan los extintores de incendios!; ¡Los ven sepultados vivos y en vez de rescatarlos les echan toneladas de escombros!; ¡Los ven muriéndose de hambre y optan por alimentar a sus mascotas!; ¡Los ven enfermos y prefieren arrojar los medicamentos a los basureros!; ¡Los ven viviendo en casas humildes y prefieren demolerlas si no pagan las hipotecas al sistema financiero!; ¡Los ven con harapos y los desnudan! ; ¡Los ven desangrándose y los lanzan a fieras carnívoras! ; Y ¡Sí agonizan aceleran su muerte para que no le salga muy costosa la atención médica a las entidades prestadoras de salud! ; Y ¡Cuando fallecen arrojan sus cadáveres a fosas comunes para no gastar en ataúdes! , y lo más infame aún: ¡Ordenan tirar sus restos mortales en basureros para que se alimenten las aves de rapiña, las ratas, los perros y los cerdos!
¡Los ricos, los gobernantes, las iglesias, las mafias, el Estado, los militares y los científicos al servicio de la guerra, roban a las pobres víctimas¡ roban incluso a los minusválidos , limitados visuales, motrices, afectivos, intelectuales, parapléjicos, ciegos, depresivos, retardados, sordo mudos, lisiados, mutilados, cojos y personas con cualquier otra discapacidad, incapacidad, invalidez o inhabilidad. Los poderosos, dictadores, invasores y comandantes de guerra, ordenan a sus delegados hacer experimentos médicos con personas vivas.
Y, ¿Cómo olvidar?, los “horrores de la ciencia” al servicio de los nazis, japoneses, estadounidenses, franceses, soviéticos y chinos. Y, ¿Cómo olvidar? , que las multinacionales ¡en general y en especial!, las transnacionales de medicamentos y de armamento experimentan secretamente con toda la humanidad, con el planeta y la biodiversidad.
¡Los ricos, siempre han robado a los pobres, los roban y los continuarán robando en colaboración con las transnacionales, la Curia Romana, los banqueros, los militares, los dictadores, los grupos armados ilegales, los gobernantes y el Estado!
Y, ¿Cómo olvidar?, el robo que los ricos, los poderos, las multinacionales, las sociedades secretas, los gobernantes, los tiranos, el Estado, los militares, el crimen organizado, las guerrillas, los paramilitares, los traficantes de armas y los narcotraficantes, roban a los pobres en todo el planeta, con el comercio legal e ilegal de armas con las que se corta la vida a millones de personas en los conflictos bélicos y en guerras innecesarias, injustas y desiguales en todo el mundo y en la represión de los pobres indefensos, desarmados , oprimidos, esclavizados, humillados y endeudados. ¡Los pobres no le deben a los ricos, son los ricos los que deben a los pobres¡
Y, ¿Cómo olvidar?, que en las súper potencias y los poderosos recurren a la ¡batalla ideológica por la Economía Mundial!, experimentan teorías económicas de “planificación centralizada de la economía” o de “libre mercado”; de concentración de empresas bajo el control gubernamental o de venta de las empresas nacionales a multinacionales; ideologías disímiles que han convergido en la “globalización de la economía”, en la “competencia desigual”, entre las superpotencias económicas y países pobres, las “naciones emergentes” y los “países subdesarrollados”, en donde ¡se experimenta con el pueblo! las teorías de los “gobernantes de turno” y de los “economistas de moda”; “provocando artificialmente crisis financieras nacionales y mundiales”, quiebra masiva de empresas y bancarrota de países , para beneficio del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, del Banco Internacional de Pagos, de los Soberanos Fondos de Inversión, de los clubes de mega millonarios, del Sistema Financiero Internacional, de las súper potencias , de las transnacionales y de los poderosos , mediante la concentración de la riqueza y la multiplicación de la pobreza.
Y, ¿Cómo olvidar?, que valiéndose de las legislaciones nacionales y de la globalización de la economía, los billonarios, las multinacionales y las grandes empresas a la par constituyen fundaciones “sin ánimo de lucro” u Organizaciones No Gubernamentales ONG, para robar a los pobres y a toda la humanidad. La filantropía y el mecenazgo son formas de los billonarios aumentar su patrimonio, de reducir el pago de impuestos, explotando a las personas en condiciones de inferioridad económica. Produce asco la “falsa filantropía” de los billonarios, causa vómito la “falsa filantropía de los magnates digitales”. Origina repugnancia creer la “falsa filantropía” que “Donald Trump renuncia a su salario como Presidente de Estados Unidos”. La aparente filantropía es excelente negocio para los ricos y un robo a los pobres, al tesoro público y a los consumidores.
Y, ¿Cómo olvidar?, que ¡sinvergüenza! , el Estado, los gobernantes, la Curia Romana y los billonarios, publicitan falsas campañas de “solidaridad” y beneficencia, supuestamente con el “fin de recaudar dinero para los muerto de “hambre del mundo”, cuando en verdad el dinero recolectado termina en las arcas de los “sicarios económicos”, de los “ladrones de cuello blanco”, de las mafias o en cuentas bancarias de personajes corruptos en paraísos fiscales o en el ciberespacio del sistema financiero internacional.